El sábado 26 de abril del 2008 se publicó en confabulario (suplemento impreso de El Universal) la siguiente nota:
"El viaje terminó. Después de cuatro años y 210 números, confabulario cierra sus puertas. En ese periodo, este suplemento fue una casa plural, un punto de encuentro entre el presente y la tradición, un lugar de ventanas abiertas donde se rindió culto al diálogo, el debate, la conversación. Agradecemos la compañía de nuestros lectores, el apoyo y la inteligencia de nuestros colaboradores, la solidaridad y los consejos de nuestros amigos. Agradecemos también a los directivos de El Universal que hicieron posible este proyecto. Con esta edición, confabulario se va. Pero de algún modo se queda."
La firma Héctor de Mauleón, quien dirigía este esfuerzo de difusión cultural en el que iba incluido Confabulario TV, que no tenía la misma edad que el suplemento, pero igual transmitía ideas que intentan valer la pena. El programa se podía ver los viernes a las 23:00 hrs por el canal 40.
Comentario de Leonardo Pérez López:
Por accidente llegó un número de confabulario y fue sorpresivo su final, al menos para mí. ¿Previsible? Lástima. ¿Qué pudimos hacer sus lectores? ¿Consumir? Al menos yo compraba El Universal los sábados sólo por leer el suplemento. Un punto de reunión menos. Para el Estado la cultura no representa una prioridad y para muchos "ciudadanos" tampoco. Ni modo, al tiempo. Pero el espacio no lo hacían sino sus voces y éstas no se han silenciado, al menos eso espero. Sería el colmo.
Recogí el comentario anterior publicado por un lector el 3 de mayo en el Blog de la redacción de la revista Letras Libres y, aunque se refiere únicamente al suplemento impreso, por alguna razón me siento aludido y aprovecho para responder: No hay nada mejor que el silencio para reflexionar, luego uno resurge renovado y con la intención de caminar con mayor seguridad por donde ya se ha pasado.
Contacto: valek.rendon@gmail.com
Para ahondar más sobre el final de los confabularios (el de televisión y el impreso) escucha esta entrevista que le hizo Javier Solórzano a Héctor de Mauleón en Radio Trece.